Los cinco crímenes de la finca de 'Los Galindos' forman parte de la historia de la crónica negra española. Cometidos en 1975, aún se desconoce con exactitud qué pasó y quién o quiénes fueron los responsables de esas muertes violentas. En 'La verdad de Los Galindos', Juan Mateo, hijo de los Marqueses de Grañina, tiene su teoría y ha enseñado una prueba donde sus padres se verían implicados.
Para Juan Mateo, su padre "tuvo algo que ver pero no fue el asesino". Piensa eso a raíz de una declaración que le habría hecho su madre el día que murió su padre. Tras ello, encajó las piezas sacando su propia conclusión.
Para demostrarlo, Juan Mateo cedía al programa una prueba de audio donde su madre reconoce haber destruido una posible prueba fundamental. Ella misma habría limpiado una mancha de sangre en el cortijo que podría haber apuntado a su marido.
"Se había quedado sin limpiar. Yo no dije nada. Se conoce que no sé, a lo mejor arrastrarían el cuerpo o vete a saber. Yo lo vi todo tan complicado... Me dio tanto miedo", escuchamos decir a Mercedes, la mujer del Marqués.
En el plató, su hijo se mostraba emocionado al volver a escuchar la voz de su madre y reconocía que la Marquesa no tendría que haber ocultado dicha información "pero es lo que sucedió". Juan Mateo llegó a escribir un libro sobre el suceso.
En su entrevista en ‘Toda la verdad sobre los Galindos’, el hijo de los marqueses de Grañina se sincera sobre el “chantaje” que sufrió su padre y por el que se vio obligado a abandonar su hogar y a su familia.
Juan Mateo afirma que, tras el terrible suceso, no había día en que no llamaran a su casa para, presuntamente, intimidar a su padre: “Dejaban caer una monedita sobre un mármol. No decían otra cosa, había silencio total al otro lado del teléfono, esto duró meses, era inaguantable”, declara en la entrevista.
“Alguien estaba chantajeando a mi padre. Al poco, decidió que se iba de casa y, en ese momento, se acabó la monedita”, añade. Sobre el motivo por el que su progenitor estaba siendo chantajeado, él tiene una versión clara.
“Mi padre no asesinó a nadie, lo tengo clarísimo, pero sí tapó los crímenes y ocultó información (..) En un momento, se le vino el mundo encima y vio que tenía que ayudar a encubrir a su amigo. Se fue liando hasta tal punto que fue cómplice. Él lo único que hizo fue contar la verdad que sabía”, apunta Juan Mateo.