Tras su fugaz encuentro a Praga, Candela y Massimo vuelven a sus respectivos hogares totalmente obsesionados el uno con el otro. La bailarina cree tener visiones con el empresario y decide visitar a un exorcista para poner fin a sus problemas. El italiano tampoco es capaz de sacarse de la cabeza a la española y acude a la consulta de un psicólogo para luchar contra sus recuerdos. Además, la novia de Massimo empieza a preocuparse tras descubrir que éste guarda un misterioso collar de mujer en su cama.