Candela y Massimo descubren que su historia había comenzado ya hace diez años en un romántico restaurante
La sevillana y el italiano cenaron en el mismo restaurante con sus respectivas parejas
Candela y Massimo protagonizan un desagradable primer encuentro en el aeropuerto. Tras quedar cancelados sus vuelos de regreso Sevilla y Roma, deciden alquilar juntos un coche para llegar al centro de la República Checa. Sin embargo, sus caracteres son demasiado diferentes y deciden seguir su camino por separado.
Una vez en Praga, Candela y Massimo vuelven a coincidir. El italiano ha prometido a su novia Francesca cenar en el restaurante donde pasaron la noche hace diez años. En la puerta se encuentra con la sevillana, dispuesta a hacer lo mismo. "Una mesa para uno", pide ella. "Otra para mí, lejos de la señorita", indica él.
El camarero les explica que solo queda una mesa para dos personas, si no la comparten tendrán que esperar 45 minutos para poder cenar. Sin ni siquiera mirarse, acceden a cenar juntos y aunque al principio la tensión puede cortarse con un cuchillo, poco a poco los comensales empiezan a relajarse.
"Estuve aquí hace tiempo con otra persona, fue una noche muy especial porque esa noche concebí a mi hijo, dormimos en las habitaciones de arriba", explica la bailarina. "Yo también estuve aquí hace diez años. También dormimos aquí. Recuerdo una pareja de españoles que estaban haciendo en fin… Estaban montando un escándalo horrible, sobre todo ella, tenía una voz… Era, era española... Osea que estuvimos los dos aquí hace diez años", se da cuenta el de Roma. “Pues nosotros no escuchamos nada en las habitaciones de al lado”, dice entre risas ella. “No hace falta hacer ruido para hacer determinadas cosas”, se justifica él.
Cuando vuelven a sus respectivos hogares, los dos descubren que el otro aparece en las fotografías que tomaron aquella noche en el restaurante de Praga hace diez años. Por mucho que intentan evitarlo, ninguno de los dos puede olvidarse tan un reencuentro tan especial.