“Quiero dar las gracias a la jefa”, decía Pastora Soler en alusión a Rosario y explicaba que para ella era muy importante rodearse de la ilusión de los niños: “En este momento de mi vida era necesario contagiarme de este talento, de la pureza de la música, de la ilusión, de lo que es luchar por un sueño, gracias a todos”.