Nada más empezar a cantar, todos sabían que Claudia era muy pequeñita. Manuel Carrasco era el único que se daba la vuelta y corría al escenario para abrazarla: “Me ha encantado desde que has empezado a cantar, sabía que eres muy pequeñita”, le decía el coach, “estaba volando y viendo paisajes preciosos gracias a tu voz”.