“Me lo imagino muy vivo, muy espabilado, cómo el líder de la pandilla” “Travieso y malillo, de bueno nada”, así es cómo se imaginan Antonio Orozco y Rosario a Melendi con 14 años. Él ya comentaba que con 14 años ya era de armas tomar y despertaba la curiosidad de sus compañeros por haberle conocido con esa edad.