Cuando Sara ha visto que los coaches se giraban y que ya era una de las artistas de ‘La Voz’ ha pensado en dos personas muy especiales para ella: “Me he acordado de mi abuelo y de mi abuela. Y la última persona a la que he llamado ha sido a mi madre a quien he tenido que tranquilar yo porque tranquilizar a los demás me calma a mí”.