Maika, que hasta que Melendi no ha pronunciado su nombre se veía lejos de salir vencedora de la batalla, ha obtenido la mejor prueba posible para superar sus miedos: la confianza y apuesta en ella de su coach. Recibida por su familia por un "lo has bordado" a coro, la artista se emocionaba, y contaba lo difícil que era despedir a Tony: "es que al final hasta te haces amigo, y yo me he abrazado a él...". Las lágrimas, y la mezcla de sentimientos, inundaban las palabras de Maika, que pasa a la siguiente fase.