Llorar. Ése era el único consuelo que le quedaba a Mara después de haber rozado su sueño con los dedos. “Preferiría haberme ido en la batalla y no quedarme en las puertas de la final. Soy la séptima entre miles de personas es muy malo quedarte a la puerta, da mucho rabia”, le ha dicho a Tania haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas. “Menos mal que hoy no está aquí mi padre porque si no le da algo”, ha bromeado la artista.