Malú está pletórica. La alegría que le provoca sumar voces en su equipo hace que se quiera arrancar por palmas en cualquier momento. Pero en esta ocasión ha sustituido este arte por otro, el de dar golpecitos con sus anillos en el sillón y sacar una melodía. ¿Y quién se animado a hacerle un ritmo más completo? ¡Pues nada más y nada menos de Manuel Carrasco! ¡Cuánto arte junto!