"Empecé a cantar con 4 o 5 años, cuando escuché a mi abuela cantar copla y me di cuenta de que me encantaba la música y que no podía vivir sin ella", nos ha confesado Marina. Reconoce que sus padres son su mayor apoyo y a ellos les dedica su música. Antes de subir al escenario trata de relajarse y pensar en la gente que le ha ayudado a llegar hasta donde está.