Este 'surfero' de dorados rizos a lo Bisbal se ve incapaz de elegir entre sus tres amores: las olas, la guitarra y su chica, Alba. “Toca más a la guitarra que a mí”, protesta ella. Héctor reconoce que no puede separarse de su instrumento con el que practica día y noche: “Si hubiera dedicado a los estudios el tiempo que le he dedicado a la música sacaría notable por lo menos”, bromea. Aunque defendió un tema de Bob Marley ante los coaches, al artista no sólo le gusta tocar reggae, sino “cualquier cosa que tenga 'guitarrita'”.