La actuación de Juan Carlos
Juan Carlos ha recibido una aprobación unánime por parte de todos los coaches. Juan Carlos puso a todos de pie con su versión flamenco-fusión en castellano del clásico soul 'Summertime'.
Melendi pulsó el primero. Bisbal, Malú y Rosario le siguieron casi al mismo tiempo., pero la pasión de Juan Carlos por la familia Flores le llevó a convertirse en miembro del equipo de Rosario.
La puja de los coaches
La guerra estaba servida. Todos querían tener al prometedor Juan Carlos entre sus filas. "Me has 'enchinado' la piel", empezó Bisbal, rozando el éxtasis. "Me encantaría que estuvieras en mi equipo por lo mucho que me puedas enseñar tú a mi.
Quiero tu voz", propuso Malú. "¡Si te vienes conmigo que tiemble Pitingo!", llegó a gritarle Melendi, de nuevo furioso por la competencia que se le planteaba.
Juan Carlos se va con Rosario
Juan Carlos tenía las ideas claras y, valorando las otras alternativas, decidió quedarse con Rosario: "Siempre he tenido predilección por una persona y por su familia, porque me ha llegado y me ha cogido por las venas, 'la Flores' es muy grande".
Los comentarios de los coaches
Y 'la Flores', como él dice, le acoge con los brazos abiertos: "Eres un 'gitanito negro', eres un 'gypsy funky' como yo. Me gusta por donde te lo has llevado y me gustaría que estuvieras conmigo, quiero tu voz y que te vengas conmigo".
Rosario, por su parte, está ansiosa de trabajar con Juan Carlos: "Creo que hace una fusión maravillosa. Quiero trabajar mucho con él para ver todo lo que tiene ahí."
La reacción de la familia
Bisbal habla por todos sus compañeros cuando felicita a Rosario, no sin cierta envidia, por su adqusición: Has elegido al mejor sin ninguna duda.
Mientras tanto, en el backstage, Mata entraba dando brincos. Poco después, celebraba el triunfo regalándole una copla a su madre, que escuchaba embelesada. No es para menos.
Vídeo exclusivo: Tania, con Juan Carlos
Juan Carlos le ha contado a Tania Llasera el subidón tan enorme que sintió al ver como los cuatro coaches se volcaban con él: “Vi que Melendi se volvía y dije ‘Dios, ya estoy dentro’. Pero ya los cuatro… No me lo creía. Me he sentido supergrande. Me he quedado con Rosario porque me encanta su raza y cómo transmite con las manos.