El gimnasio que María Teresa tiene en casa ha causado sensación entre las amigas de ésta, tanto que ninguna de las dos quería bajarse de una máquina que vibra. Después ha llegado un monitor para enseñarles unos cuantos ejercicios y no han parado de piropearle y hacernos reír a todos. ¡Nos declaramos fan de esta divertida escena”