Aunque primero Antonio ha entrado vestido de calle al plató, pronto Kiko Hernández le ha mandado ir a cambiarse. Allí le esperaba su padrino Rafa Mora, que le ha ayudado a vestirse. Una vez con su traje, Antonio se ha encaminado hacia el 'Templo del amor' del brazo de su madre. Al entrar, no ha podido reprimir las lágrimas al ver como todos los invitados se ponían de pie y le aplaudian.