La vedette jamás ha vendido su cuerpo y así se lo hace saber al ministro, ella sólo quiere salvar a Lola de unos guerrilleros zarrapastrosos. "O rescatas a mi hija o te quedas a dos velas", le contesta Estela mientras le besa el ministro. La insistencia del ministro le lleva a pegarle un botellazo en toda la cabeza.