Javi y Judith están muy agobiados con sus hijos y deciden matricularles en la única guardería que hay cerca de Montepinar. Lo que no se esperaban era que sólo les quedaba una plaza. Y se les ocurre decirle a la dueña que Dylan y Úrsula son hermanos. Pero ninguno pensaba que Fermín y Estela habían alquilado su piso a la dueña de la guardería y su marido, unos tipos muy pesados que les van a hacer la vida imposible.