Varias denuncias cruzadas entre los vecinos llevarán a una rigurosa funcionaria a hacer una visita obligada a Mirador de Montepinar. La temida inspectora de Trabajo (Carmen Balagué) efectuará una ardua y pormenorizada labor de investigación para destapar las irregularidades laborales que tienen lugar en el complejo residencial. Por su parte, decididos a convertirse en emprendedores de éxito, Estela y Fermín ponen en marcha un arriesgado negocio: una clínica de cirugía estética clandestina utilizando como tapadera el bar de Montepinar 7.