Los Cuquis han encontrado trabajo, son internos en una casa de millonetis. Amador se ha vuelto a reencontrar con la señora de Saldaña y quiere dar buena imagen. Y como siempre sus intentos le salen mal. En esta ocasión, acaba tirando el móvil de uno de los hijos del ricachón en la sopera y por si fuera poco, se quema la mano.