Las misas del padre Alejandro son de lo más variopintas. No solo hay sermones, música y cupcakes, sino que también hay milagros en el búnker. El cura tiene una manera muy particular de celebrar sus Eucaristías, mientras se canta y se baila en la iglesia también se cura. Y esto es lo que ha ocurrido, después de decir esta frase: “Hermano te arrebato tu pecado, eres libre para amar a dios”, y darle un golpe con su chaqueta, el Recio se ha levantado de su silla de ruedas.