Maite está empeñada en recuperar su relación con Carlota y no se le ocurre otra cosa que irse de fiesta con ella. Pero la Cuqui acaba descontrolada en casa de uno de los amigos de su hija y lo peor es que, al día siguiente, ¡no se acuerda de lo que ha pasado! Cuando Carlota se lo enseña no da crédito y encima debe hacer malabares para que esto no signifique la ruptura total con la adolescente.