¡Vaya lío le ha hecho Enrique a Bruno! Se le cayó a última hora Paulina Rubio del festival que organizaba para recaudar fondos contra el cáncer, así que decidió anunciar a su compañero de piso sin avisarle… y sabiendo que se había retirado porque tenía pánico escénico. Al final le convenció y, cuando llegó el gran día, Bruno acabó dejando de lado la música para contarles todas sus miserias a los 800 espectadores del evento.
Bruno estuvo a punto de rajarse en el último momento, pero gracias a los piropos de Enrique se animó a volver a tocar delante de público. Una vez en el teatro, la situación le desbordó y cuando le tocaba deleitar a todos los presentes con las composiciones de Chopin se vio superado por los acontecimientos. Con más de un Lexatin en vena y muy nervioso, la reacción de Bruno no fue huir, esconderse o marcharse del teatro, sino contarles a todos lo patética que era su vida. Lo que no se esperaba era que sus miserias hicieran a todos partirse de risa.
Una vez en Mirador de Montepinar, Enrique intentó animar a su compañero de piso diciéndole que ese era un nuevo punto de partida para superar todos sus traumas: reírse de sí mismo. No es el único que pensó así: el monologuista que actuó justo antes de Bruno en el festival, un joven en silla de ruedas, le propuso formar un dúo cómico con el que seguro que van a arrasar. ¡Hasta le enseñó el cartel que había preparado para sus actuaciones!