A Bruno le han recomendado un urólogo muy bueno y ha animado a Enrique para que vayan juntos a hacerse una revisión de la próstata. Una vez en la consulta, el médico le da una mala noticia al concejal, le ha detectado unas verrugas en el escroto, algo que podría indicar que tiene el VPH, el virus del papiloma humano. Y le recomienda que se haga una prueba pasa saber la cepa, además debería de avisar a las parejas con las que ha estado para que se hagan una citología.
Enrique no quiere hacerlo público ni contárselo a ninguna de las mujeres con las que ha estado y le pide también a Bruno un poquito de discreción. Pero Bruno no sabe lo que es la discreción y decide avisar a la Cuqui. Esta a su vez se lo suelta a Nines, Raquel, Alba y Lola, y al final se corre la voz por toda la comunidad. Así que no hay otra, junta urgente.
Todos los montepinarianos están muy asustados porque directa o indirectamente han tenido contacto sexual con algún que otro vecino, que a su vez ha estado liado con Enrique. Con lo cual cualquiera lo ha podido pillar.
El concejal con una pizarra hace un esquema de todas las posibles relaciones que ha habido en Montepinar. “Vuestros virus pueden venir de cualquier parte”, sentencia Enrique tras su exposición, no quiere que le echen la culpa de haber propagado el virus.
Como la seguridad social no cubre la prueba, tienen que buscar una solución, “esto es un problema de salud pública”, asegura el pescadero. No tienen otra que aprobar una derrama de 80 euros por vecino. ¡Aprobado el ‘papilomazo’, se levanta la sesión!