La continua subida en el precio del aceite ha hecho que comprar una botella de oro líquido se haya convertido en todo un lujo para los consumidores. Su precio, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), se disparó entre el pasado septiembre y el mismo mes de 2022 casi un 70%, lo que supone su mayor subida interanual en 21 años.
Según ha denunciado Rubén Sánchez, portavoz de FACUA-Consumidores en Acción, tras un análisis realizado por la organización, esta situación parece que ha sido aprovechada por los distribuidores para pactar precios y encarecer el producto por encima de los costes reales de producción.
Facua ha detectado en su estudio que ocho de las principales cadenas de supermercados e hipermercados de España han subido en noviembre un 9% las botellas de 1 litro de aceite de oliva virgen extra de sus marcas blancas, que llevan ya tres meses con precios idénticos o con una variación que no supera 1 céntimo.
"Se trata de subidas que no responden a incrementos de precios en origen y ponen de manifiesto una estrategia paralela de fijación de precios que la asociación ha denunciado ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a fin de que abra una investigación e intente averiguar si existe un pacto entre las grandes cadenas de distribución", ha explicado la organización de consumidores.