Lo que recauda el Estado con la subida de la gasolina: un euro más que antes de verano por cada depósito que llenamos
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Se espera que en los próximos días vuelva a subir hasta cuatro céntimos más el litro
Llegar a fin de mes en España cada vez es más complicado para buena parte de las familias. La subida de la cesta de la compra, la energía y la gasolina complica esta tarea y preocupa a todos.
En España, la gasolina venía cayendo mes tras mes durante todo el año, con la excepción de enero y abril, pese al fin del descuento de 20 céntimos por litro que aplicó el Gobierno de abril a diciembre de 2022. Sin embargo, las recientes subidas del petróleo han llevado el combustible a precios superiores a los del año pasado, cuando el Ejecutivo ofrecía la rebaja.
Habría que remontarse hasta finales de julio del año pasado para encontrar un nivel más alto para el precio del litro de este combustible, incluyendo la bonificación del Ejecutivo que estuvo vigente hasta finales de 2022. Este nivel de precio para la gasolina, después de acumular un encarecimiento de casi el 10% desde principios de julio, le ha llevado un máximo anual tras otro en este mes de septiembre. Por su parte, el precio medio del diésel también encadena once semanas consecutivas de subidas, con un encarecimiento del 2% en la última semana, para alcanzar los 1,668 euros el litro, un nivel que no marcaba desde principios febrero, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
La última vez que la gasolina estaba tan cara el Gobierno aún bonificaba veinte céntimos
Con una nueva subida en la gasolina, parece que el precio no va a estancarse y se espera que en los próximos días vuelva a subir hasta cuatro céntimos más el litro. Esto supone un desembolso extra para las familias, pero también un ingreso mayor para las arcas del Gobierno.
Después de meses de una tregua de precios que en enero llevó al Ejecutivo a acabar con la rebaja general en surtidor, la gasolina y el diésel retomaron su escalada a principios de verano hasta desembocar en un agosto récord, un mes en el que el Estado llegó a recaudar en impuestos casi un euro más por cada depósito de gasolina que antes de la temporada estival.