Parece que la amistad de Lucía y Lola es irrecuperable. Las que fueran amigas íntimas en 'La isla de las tentaciones 3' ahora están más lejos que nunca desde que Lola tuvo algo con Carlos, el soltero que más le llamaba la atención a Lucía.
Lola le pidió perdón a Lucía por si le había hecho daño explicándole que se sentía "perdida" en la isla. No entendía cómo había 'roto' con Simone, el soltero italiano, para arreglar las cosas con Diego y sin embargo se le fue "la cabeza" esa noche en la que compartió cama con Lucía y Carlos.
"He pasado con Lucía toda esta experiencia, ella duerme conmigo. Yo la quiero mucho, es verdad que a veces fallo y le hablo mal para que se tranquilice y entienda. Solo quiero decirle que la quiero, que me tiene aquí para siempre. Igual no sé apoyarla cómo lo necesita. Siento si te he hecho daño", le dijo entre lágrimas Lola a Lucía.
Sin embargo parece que Lucía no la ha terminado de perdonar. Si bien aceptó sus disculpas, lo cierto es que no tenía mucho entusiasmo por seguir compartiendo Villa Montaña con ella. Por eso, mientras Lola estaba en la hoguera de confrontación con Diego, aprovechó para acercarse a Carlos con la intención "de escuchar lo que quería oír".
"Ya las citas tuyas se las ha adjudicado ella", le decía al soltero refiriéndose a Lola. Carlos no compartía su opinión porque pensaba que Lola se marcharía de la isla con Diego. "Qué ingenuo, después dices tú que nosotros. ¿Tú quieres ver cómo aparece por ahí?", le contestó Lucía con sorna.
"¡Estás picada! ¡Tienes un ataque de cuernos!", detectaba el soltero. Pero Lucía echaba balones fuera recordando que cuernos son los que les ha puesto Manuel y no él.
Efectivamente, Lola volvió a Villa Montaña después de acordar con Diego seguir viviendo la experiencia. "Diego ha asumido todos los fallos que ha tenido en la relación. Me he encontrado a un hombre. Yo quiero intentarlo con el nuevo Diego porque yo he visto un cambio real en él", les explicó a sus compañeros, que la habían recibido con vítores y alzándola al aire.
Pero las caras de Lucía eran un poema: no le hacía nada de gracia que hubiera vuelto. Menos aún cuando Carlos enseguida se llevaba a Lola a la cocina para hablar a solas. Así que en cuanto pudo, la gaditana también se llevó a su examiga a un aparte.
"Es verdad que era a la persona que más quería pero es verdad que me sentía muy decepcionada por ti y que desde entonces no me fio de ti al 100%. Igual que me molesta que le des la cita a Carlos", le explicó. "¿Pero ahora qué hago si es lo que procede?", contestaba Lola sobre lo de la cita. "¿Es lo que procede? Entonces tú quieres estar con tu novio y con Carlos", respondía Lucía afiladamente.
Pero Lola le confesaba que quería era ponerse a prueba y que Carlos era el soltero con el que más le podía costar resistir la tentación. Lucía pasó entonces a otro tipo de estrategia: sembrar la duda. "Tú también tienes que ver lo que hace la tentación cuando tú no estás", le dejó caer.