El último capítulo de ‘La isla de las tentaciones’ acabó con Fiama llorando desconsolada en la habitación tras ser acusada de un presunto pacto con Alex y Julián. Susana y Lewis fueron los encargados de destapar el montaje que su compañera habría planeado antes de entrar en el reality y que ella niega hasta la saciedad: “¿Estamos locos?”.
Al ver el episodio desde su casa, Fiama ha comentado el momento en sus redes sociales, asegurando que está avergonzada: “Qué horror, no puedo decir otra cosa. Madre mía”. La protagonista pide perdón por su dramatismo y añade: “Les prometo que me quiero morir, tenía una película montada… madre mía, qué vergüenza”.
Además, Fiama admite que la situación fue exagerada y tacha de “lamentable” el momento en el que recibe a Fani entre sollozos: “Solamente me voy a reír de mi parte de absoluta payasa y peliculera. Entiendo perfectamente que me pongan a parir porque yo también lo haría".