Después de contarle lo que había visto sobre Christofer en la hoguera, Rubén decidió dejar sola a Fani en la habitación para no agobiarla. A la mañana siguiente ella le explicaba que el gesto le había molestado mucho: "Tú y yo hemos estado aquí liados, ¿no? Pues ayer tu apoyo era el que más necesitaba y no lo recibí", le expresaba.
Por su parte, Rubén se justificaba diciendo que él también había estado mal por la situación y que pensó que lo mejor era no presionarla.
A pesar de que la conversación se estaba tornando en discusión, Rubén cedía al ver a Fani llorar: "Yo soy la culpable número uno de toda la situación y estoy hasta la po***".