Sandra Barneda le dio a los chicos la opción de escoger a un compañero para que pudiera ver y comunicarse con su novia en el espejo. Todos manifestaron su deseo de ver a sus respectivas parejas, pero mostraron una unaminidad al elegir a Niko para que pudiera hacerle entender a Ruth que la está respetando y que le merece la pena confiar en él y en su relación. El encuentro entre los tinerfeños estuvo lleno de reproches y acabó con él gritándole que le amaba mientras que ella lloraba y se alejaba hacia Villa Montaña totalmente desolada.
Aunque votó para que fuera Niko, a Borja le hubiera gustado ir al espejo para ver a Ana y no se ha querido quedar con las ganas de vivir este momento aunque sea en tono de broma y desde la ducha de su casa ahora que todo ha terminado. Así, se ha vestido con una de las camisas que se llevó a 'La isla de las tentaciones 7', ha imaginado que el agua de la ducha era la misma lluvia que mojaba a sus compañeros en República Dominicana, que el cristal de la ducha era el espejo que le hubiera separado de su novia y ha comenzado su performance.
Ha confesado que lo primero que hubiera hecho habría sido quejarse por tener que correr hasta el espejo y, por tanto, tener menos tiempo para poder comunicarse con Ana, a la que imagina que le hubiera dicho que "el pizzero", haciendo referencia a Napoli, le estaba "vendiendo la moto" y que no debía enfadarse con él porque solo había jugado con las tentadoras a pasarse crema de chocolate y hielos.
A sus seguidores les ha encantado este vídeo y han destacado su sentido del humor una vez más. A sus compañeros de Villa Playa, como Álex Girona, Álvaro Álvarez y David Vaquero, también les ha hecho mucha gracia su performance y le han dicho que es "el rey" del humor de esta séptima edición de 'La isla de las tentaciones'.