Marina se harta de los celos de Manu por su acercamiento con Miguel de Hoyos: “Me gusta gustar y poder elegir”
La novia de Álex ha plantado cara a los comportamientos del soltero
Más tarde se reconciliaron en el jacuzzi y vivieron un tórrido momento en la cama
Ver 'La isla de las tentaciones 6: programa 5' (20/02/23), online y completo en Telecinco
Desde que comenzó su aventura en ‘La isla de las tentaciones’, Marina, la novia de Álex, tuvo una conexión especial con uno de los solteros, Manu. Pero la llegada de Miguel de Hoyos como tentador vip parece haber dado la vuelta a la situación.
Villa Paraíso se preparaba para una nueva noche de fiesta. Con temática romana, todos se disfrazaban y empezaban a disfrutar. Ha sido entonces cuando Marina y Miguel han protagonizado su primer acercamiento.
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El primer acercamiento de Marina y Miguel de Hoyos
Ambos bailaban juntos mientras Manu les observaba: “Estaba claro, es una rencorosa”, comentaba a algunos de sus compañeros. “Tú tranquilo”, le pedía Napoli.
Más tarde, la fiesta seguía y en Villa Paraíso optaban por jugar a la botella. A Miguel le llegaba su turno. El azar decidía que le tocaba lamer un cuello y él se ha lanzado inmediatamente y sin dudas al de Marina haciendo estallar la luz de la tentación.
La reacción de Manu: “Espero que algún día lo entiendas”
Como era de esperar, Manu y Marina no han tardado en cruzarse. Él intentaba pasar de largo pero ella le frenaba: “¿Dónde vas tú, celoso?”. Ella le preguntaba el motivo de su enfado: “¿Por qué estás enfadado? No te has acercado en ningún momento”. Manu se defendía diciendo que ella tampoco se había acercado a él, pero Marina le ha cortado de raíz: “Eres el tentador, por si no lo sabes”.
Pero esa no iba a ser su última conversación. “Espero que entiendas algún día que lo que importa es que me gustas”, le decía él desde el jacuzzi. Y, una vez más, ella le respondía siendo muy clara: “A mí me gusta gustar a todo el mundo aunque tenga novio o pareja. Me gusta gustar y yo elegir”.
Su reconciliación: del jacuzzi a la cama
Su rifirrafe terminaba con un inesperado acercamiento. Marina entraba en el agua: “La temperatura está subiendo bastante”. Y del jacuzzi pasaron a la habitación. Cuando “más on fire estaban”, a Marina le daba un bajón y le pedía que se marchara: “Necesito estar sola”.