Hemos tenido la oportunidad de asistir a una clase de escultura con The Play-Doh Show. Y es que no es tan fácil como parece. Los hay que tienen más habilidad y arte para este tipo de manualidades, y otros, que simplemente necesitan ir poco a poco y tener más paciencia para conseguir su objetivo.
Y en esta clase encontramos los dos ejemplos anteriormente descritos. Pero vemos como con un poco de ayuda y yendo cada uno a su ritmo, ¡conseguimos cosas increíbles!
Como hacen nuestros amigos. Ella tiene más facilidad y a la primera consigue representar el modelo. Nuestro amigo, sin embargo, se encuentra con más dificultades y a la primera no lo consigue. Pero con constancia y empeño llega a superarse.
Ocurre lo mismo cuando empiezas a jugar con la plastilina Play-Doh. Lo más importante es la imaginación y tu creatividad, unido a las ganas de querer mejorar. A partir de aquí, como todo, ¡es práctica! Tenemos que trabajar la psicomotricidad para mejorar nuestra habilidad manual y destreza al manipular la plastilina más famosa del mercado.
En esta clase hemos aprendido muuuchas cosas, pero las más importantes: ¡ir a por todas, no tirar nunca la toalla y las ganas de superarse!