Hace no tanto tiempo era común ver a familias sentadas alrededor de una mesa echando una partida a cualquier juego los domingos por la tarde después de comer.
Los juegos de mesa han servido de entretenimiento, diversión y unión durante muchísimos años entre las familias y los amigos. Tienen muchas características que los hacen atractivos: son asequibles, reutilizables, puedes jugar en solitario o acompañado, son didácticos, y aportan largas horas de distracción y recreo tanto a mayores como a pequeños.
En los últimos años, hemos ido cambiando nuestra manera de entretenernos y de pasar el tiempo libre, ya que la tecnología se ha ido incorporando en nuestras vidas: videoconsolas, tablets, ordenadores, televisores, etc.
Parece que la cosa ha tenido que cambiar debido al estado de alarma en el que estamos. Padres e hijos están pasando 24 horas al día juntos, entre las que tienen que atender a sus tareas. Las aulas y oficinas se han trasladado provisionalmente a nuestras casas. Son muchas las horas que pasamos juntos, y aunque se cumplan todas las tareas y obligaciones, disponemos de mucho tiempo libre, que no sabemos qué hacer con él.
¿Recuerdas cuando eras un auténtico detective descubriendo quién había sido el responsable del crimen? Preguntando a tu tu compañero/a de juego insistentemente y con mucha audacia, porque tú sabías desde el principio que él/ella era el asesino/a. Esas largas tardes de suspense y misterio jugando al Cluedo, siendo en ocasiones el asesino, superando todos los obstáculos e interrogatorios para no ser descubierto; y en otras, siendo el mejor espía de la historia descubriendo al culpable. Y es ahora, el momento perfecto para sentarnos todos en la mesa y disfrutar, y si en la casa hay pequeños, poder resolver con ellos el misterio de quién se comió la tarta, con el juego adaptado Cluedo Jr. La perspicacia, la memorización, la observación, audacia e intuición nos ayudan a encontrar al culpable, y cuando mires el reloj, ya será la hora del baño.
El famoso Tragabolas que nos dio esas largas tandas de duelos. Pasas horas y horas sin darte cuenta jugando con los hipopótamos que comen bolas sin parar, y quien más bolas coma, ganará. Despierta en ti el hambre de jugar una tras otra, porque ya le has cogido el truco, y no puedes parar, tu hipopótamo es el más glotón de todos, y está dejando al resto sin una bola. Y si ya tienes dominado jugar al Tragabolas normal… ¿Qué tal si pruebas a jugar con los pies en lugar de con las manos?
Podrás agudizar el equilibrio, presionado por la tensión, para que Tozudo no te dé una coz y quedes eliminado. Este juego consiste en ir cargando al caballo con todo lo necesario para llegar a la vieja mina de oro. Ir colocando los objetos parece fácil, pero una mala estrategia o colgar mal algún objeto te puede costar la eliminación, y querrás darle un susto al contrincante para que pierda la concentración, y así quede eliminado. Todos muy concentrados, intentando que esto no pase, una y otra vez, cargando a Tozudo.
Y para concentración y horas de entretenimiento, el conocido Jenga nos mantendrá en tensión durante toda la partida, juegues solo o acompañado, intentando ser el ganador colocando con una sola mano la última pieza sin que se caiga. La paciencia y la buena observación harán que pases el tiempo con Jenga sin enterarte, porque además, no pararás hasta que consigas construirlo sin que se derrumbe.
Aprendes nuevos valores y ejercitas muchas aptitudes jugando a los juegos de mesa. El valor de la familia y el disfrute entre niños y adultos, confluyendo en una misma dirección: la diversión y el descubrimiento de nuevas experiencias.