Llegaba el momento de medir fuerzas contra los alemanes en la prueba de ‘Las pepitas de oro del Báltico’. Juan Carlos, transportista de profesión, se ha encargado de hacer de carretilla humana y ha dejado el pabellón muy, pero que muy alto.
Desde el otro lado del muro, Ariana, David y Miguel, militares de artillería, lanzaban pepitas de oro con la catapulta y dejaban claro que no había rival para ellos. ¡Viva Astorga!