Una microsoldadora recupera los preciados datos de iPhones que Apple no quiere arreglar
Jessa Jones, reconocida mundialmente, recobra los recuerdos de personas que han muerto violentamente
La estadounidense Jessa Jones, con un doctorado en genética molecular, no pensaba dejar su trabajo como profesora de biología para ganarse la vida arreglando microchips y cortocircuitos. Ahora se ha convertido en la líder de una comunidad de microsoldadores que crece a diario. Son reparadores que no solo cambian pantallas de teléfono rotas o baterías que no funcionan, sino que son como médicos que diagnostican y reparan problemas eléctricos diminutos en la placa base.
Esta madre de cuatro hijos se encarga de resucitar teléfonos que han pasado un verdadero infierno: atropellados por coches, recuperados de un avión estrellado o bañados en la sangre de su dueño. "Ya no se trata de arreglar teléfonos para que puedan ser usados otra vez; se trata de recuperar los recuerdos más preciados de personas que ya no están o que se han perdido", asegura a 'Vice'.
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Aunque es una reparadora de teléfonos reconocida mundialmente, Jones recibió un encargo nada corriente una noche de mayo de 2017. Trabajaba con el teléfono de Srinivas Kuchibhotla, un indio de 32 años al que mataron en un bar de Olathe, Kansas (EEUU), en un crimen de odio. Kuchibhotla probablemente tenía el teléfono en el bolsillo cuando Adam Purinton, un hombre blanco, le disparó.
La esposa de Kuchibhotla, Sunayana Dumala, llevó el teléfono a una tienda de reparación de la zona, desesperada porque no se encendía y esperaba poder acceder a las últimas fotografías de su marido. Un técnico le dijo que no podía hacer nada, pero le habló de Jones, quien tiene una tienda de reparación de electrónica en un pequeño pueblo al norte de Nueva York. Dumala le hizo llegar el teléfono casi de inmediato para conseguir su objetivo.
Y es que, en cuestión de minutos, un microsoldador experimentado puede arreglar un cortocircuito en un iPhone que se ha caído en una bañera y resucitarlo. A menudo, Apple asegura a sus clientes que tal cosa es imposible.
Jones respalda abiertamente la idea del derecho a reparar los dispositivos electrónicos y esto le ha acarreado problemas con Apple. Las presiones del gigante tecnológico contra las leyes del derecho a reparar son persistentes e introducen cambios constantemente en sus productos y políticas para prevenir que sus clientes traten de reparar sus dispositivos en casa.
Es más, la generosidad de Jones no tiene límites y una vez al mes ofrece una clase práctica de reparación de placas bases, expandiendo su conocimiento para que cientos de personas puedan hacer lo mismo. "No solo repara cosas, sino que además les enseña a otros cómo hacerlo", señaló Gay Gordon-Burne, director ejecutivo de The Repair Shop, una asociación de reparadores y técnicos.
Esto ha llevado a otras personas como el microsoldador Joe Ham a abrir su propio negocio. Estuvo aprendiendo de Jones y ahora tiene su tienda en el estado de Washington. Jones, con más de 130.000 seguidores desde que abriera su canal de Youtube a principios de 2015, afirma que "las mamás somos extremadamente hábiles. Y se nos da muy bien arreglar teléfonos".