Se reaviva la polémica del uso de los menores de las redes sociales tras la muerte de una niña en Italia
La niña trató de emular uno de los retos publicados en TikTok
Italia ha ordenado bloquear a los usuarios cuya edad no se pueda comprobar
Los psicólogos consideran que los menores no son conscientes de los riesgos
La muerte de una niña de solo 10 años en Italia por intentar emular un reto que había sido colgado en TikTok vuelve a destapar los peligros que para los más pequeños pueden tener las redes sociales. De hecho, el viernes Italia tomó la decisión de ordenar a TikTok bloquear las cuentas de los usuarios cuya edad no pudiese comprobarse, al menos, hasta el 15 de febrero.
De nuevo se ponen sobre la mesa los límites que deben existir y el cuidado que deben tener los padres. Los psicólogos advierten de que los pequeños no tienen la suficiente madurez para ser conscientes de los peligros. En el caso de Antonella, la niña fallecida en Italia, se estranguló para demostrar que era la que más resistía sin respirar, el conocido como reto viral ‘blackout’. Un juego peligroso y atractivo para los menores.
MÁS
“Claro que una niña de Italia de 10 años se ha suicidado. ¿Quería hacerlo? No. Quería hacer lo que cree que debería hacer sin valorar los riesgos que existen”, expresa Urra.
TikTok solo permite su uso a menores a partir de trece años, pero carece de medios para evitar que se cuelen niños de menos edad. “Hay instrumentos suficientes en las tecnológicas para que no llegue a niños de menos de cierta edad”, asegura Javier Urra, psicólogo de menores.
La responsabilidad, de los padres
Esta responsabilidad queda exclusivamente en manos de los padres, de momento. “Nos preocupamos mucho con quién se mueves nuestros hijos, nuestras hijas, en el entorno físico, pero también tenemos que preocuparnos del buen uso que hacen a través de las nuevas tecnologías”, alerta David Vera, agente tutor de la Policía Local de Alcobendas.
Todo ello en una era donde los retos se han puesto de moda: en algunos, el reto es beberse su propia orina o comerse una gran cucharada de canela. Las gamberradas pueden costar caro y son imitadas por los menores.
“Han podido provocar lesiones de importancia, de gravedad, amenazas… hemos tenido de todo tipo”, explica Vera.
Por todo ello, son muchos los que demandan una nueva legislación para el uso de las redes sociales y los menores.