La cadera rota y un latigazo cervical de la autopsia preliminar confirman la tesis del atropello de Esther López
La autopsia preliminar confirma que Esther López tenía una cadera rota y un latigazo cervical
Esther López tenía que ir andando, de espaldas a los vehículos
La jueza mantiene a los sospechosos como investigados
La autopsia preliminar confirma que Esther López tenía una cadera rota y un latigazo cervical. Esas lesiones apoyan la tesis del atropello que ha hecho que la Guardia Civil busque vehículos tipo todoterreno que pudieron atropellar a la joven en la madrugada de su desaparición. La altura de Esther López ha hecho que los investigadores se centren en un tipo de vehículo que por otro lado es demasiado común en los pueblos.
Esther López tenía que ir andando, de espaldas a los vehículos
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Los investigadores del ERAT, Equipo Especial de Investigación de Accidentes, no encontraron marcas de neumáticos en la carretera. Por eso están haciendo un estudio de velocidad y proyección que pueda llevarles al modelo de vehículo. Digamos que a partir de las lesiones de Esther buscan la x de la ecuación, que sería el coche. Qué potencia debería tener el vehículo, qué altura, y cómo saldría despedido el cuerpo de la joven y si caería en la cuenta tal y cómo lo hallaron. Esther López tenía que ir andando, de espaldas a los vehículos, en dirección al pueblo.
Lo que no aclara la autopsia es la causa de la muerte. Si fueron los traumatismos y una hemorragia interna lo que le provocó un shock hipovolémico. La autopsia definitiva espera tener los resultados de toxicología que podrán añadir más información que aclare las circunstancias de la muerte. Cuánto tardó en morir, si pasó horas en la cuneta a temperaturas bajo cero antes de morir. La data exacta del fallecimiento tampoco ha sido aclarada. Los cuatro forenses que participaron en la autopsia, los cuatro con criterios diferentes sobre la naturaleza de las lesiones de la joven, esperan también los análisis de la sangre para determinar si el cuerpo estuvo todo el tiempo en la misma posición y nunca fue movido. Al menos no después de las primeras horas.
El cuerpo de Esther estaba boca abajo con el abrigo puesto, la ropa sucia y helado; congelado, como la hierba que lo rodeaba por las bajas temperaturas. Eso hizo pensar que estuvo siempre a la intemperie y que apenas se descongelaba durante el día, volvían a bajar las temperaturas y lo mantenían de nuevo helado.
Las fibras de la ropa podría contener estos de pintura del vehículo
Analizan las fibras de la ropa que podría contener restos de pintura del vehículo, o por si pueden indicar que proceden por ejemplo del maletero de un coche en el caso de que la hubieran trasladado. Pero no sería extraño que hubiera estado todo el tiempo en la cuneta. A pesar de que el testigo que la encontró insiste en que ese camino lo había hecho varias veces y el cuerpo no estaba, las batidas se hicieron en dirección contraria, hacia el río no hacia el pueblo, y nunca se les ocurrió emprender el camino de vuelta al pueblo que habría hecho Esther según la versión de su amigo Óscar, el último que la vio con vida.
La jueza mantiene a los sospechosos como investigados mientras el secreto de sumario no se levanta desde la desaparición el 5 de febrero. Las contradicciones de Ramón “El manitas”, Oscar y Carolo les pusieron en el foco de la investigación. Sus vehículos fueron examinados por el Equipos Central de Criminalística. No hallaron ningún resto biológico que los incriminara, ni por dentro ni por fuera. Hasta que la tesis del atropello se convirtió en la principal, los investigadores dudaban de que ella se bajara del coche de Óscar cerca de La Maña y volviera sola por la carretera. Dudaron de las coartadas de Carolo y sobre todo de Ramón que vivían tan cerca, pensando que Esther había estado en la vivienda de cualquiera de ellos antes de regresar a su casa de madrugada. Su móvil se apagó antes de las 6 de la mañana, sin batería.