La obsesión de una joven por querer parecerse a Barbie casi le cuesta la vida
Informativos Telecinco
19/02/201911:19 h."Me llamo Amanda, soy de Finlandia y he estado a punto de morir por culpa de la cirugía plástica". Así se presentaba una joven al programa 'Chapuzas estéticas' ('Botched'), emitido por E! News. La afectada estuvo ingresada en el hospital inducida en un coma durante varios días tras varias intervenciones.
Amanda Ahola acudió al programa de los cirujanos Paul Nassif y Terry Dubrow para que pusieran solución a un problema que casi le cuesta la vida. La joven finlandesa ha llegado incluso a afirmar que las operaciones estéticas son para ella "mucho mejor que el sexo".
Según ha afirmado la propia paciente, su mayor sueño era convertirse en "una muñeca sexual en la vida real", ya que, según la misma, los rasgos femeninos "están perfectamente exagerados".
Ya desde los ocho o nueve años, Ahola comenzó a desarrollar una extraña fijación por la cirugía plástica, ya que esta era la única manera de conseguir ese aspecto deseado. Pero no fue hasta que cumplió los 18 años y viajó hasta Estonia para pasar por el quirófano por primera vez.
Su primera operación consistió en un aumento de pecho. Sin embargo, la joven confiesa que los implantes no eran lo suficientemente grandes: "El día que me puse implantes fue uno de los mejores de mi vida, pero no eran tan grandes como yo quería".
Por ello, acudió a otra segunda operación. Fue entonces cuando descubrió su obsesión por la cirugía estética. "En ese momento me di cuenta de mi adicción al percatarme de lo feliz que me hacía. Podría decir que la cirugía plástica es mejor que el sexo...mucho mejor", explicaba Ahola.
Cuantas más operaciones se realizaba, más quería. Hasta que un día, en su afán por querer agrandar su pecho, la joven viajó a Lituania. Lo siguiente que recuerda, asegura, fue levantarse en una camilla de un hospital.
Según el testimonio de Ahola, estuvo varios días ingresada en urgencias después de entrar en coma al sufrir una convulsión. Los expertos consideraron que la anestesia pudo ser la culpable.
Pese a haber vivido una situación tan crítica, la obsesión de la joven no cesó: "Estuve muy cerca de la muerte, pero incluso después de esa experiencia, sigo siendo tan adicta a la cirugía plástica como siempre".