Una mujer se enfrenta a 22 años de cárcel por matar de nueve puñaladas a su bebé recién nacido
Ocultó el embarazo a sus familiares y dio a luz en el salón de su casa
Introdujo el cadáver en bolsas de plástico que luego metió en una mochila
Hacía poco que había alcanzado la mayoría de edad cuando apuñaló, hasta en nueve ocasiones, a su bebé recién nacida. La Fiscalía de Madrid solicita 22 años de cárcel para Sonia Bedoui, en prisión provisional desde el pasado febrero, que se sentará este martes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid, ante un jurado popular, por matar a su hija. Ningún familiar tuvo conocimiento previo de que la acusada estuviera embarazada de una niña cuyo padre biológico se desconoce puesto que las pruebas de ADN descartaron que la pareja con la que convivía fuera el progenitor.
La joven, de 18 años de edad, vivía de lunes a jueves con su pareja, los padres y dos hermanos de él en la ciudad madrileña de Alcalá de Henares. El 20 de febrero del año pasado, sobre las 5 de la madrugada, Bedoui rompió aguas en el salón del domicilio "dando a luz a una niña, de 48 cm y de 2,950 kilos de peso, que nació viva y respiró espontáneamente fuera del claustro materno", afirma la Fiscalia. Tras cortar el cordón umbilical, Sonia Bedoui cogió un arma blanca «sin determinar» y asestó nueve puñaladas en distintas partes del cuerpo. "En tres de ellas el arma penetró en el corazón, llegando a atravesarlo una de ellas, otra en el diafragma, y otra perforó el pulmón izquierdo, provocándole un fallo cardiorespiratorio con hemoneumotórax y consiguientemente su fallecimiento", añade la Fiscalía.
MÁS
Policías salvan en Valencia a un bebé de dos meses en parada cardiorrespiratoria tras 20 minutos de reanimación
Buscan en el vertedero de Palencia a un bebé recién nacido al que su madre habría tirado a un contenedor
La madre detenida en Palencia por tirar a su bebe al contenedor asegura que estaba muerto
Sonia Bedoui procedió a limpiar la sangre e introdujo el papel de cocina utilizado, el paquete de toallitas de bebé, el cadáver y la placenta en varias bolsas de plástico para, a continuación, meterlo todo en el interior de una mochila que dejó colgada en una silla del dormitorio. Una vez limpiada la habitación la acusada se quitó el albornoz que la cubría, también manchado de sangre, y con restos derivados del parto se duchó, se puso un pijama y se acostó en la cama del dormitorio de los padres de su pareja -ausentes en ese momento por encontrarse trabajando- y donde se encontraba durmiendo su pareja.
Dos días más tarde, la joven ingresó en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares aquejada de desgarro genital y sangrado vaginal. Poco tiempo después, la madre y la hermana de su pareja fueron al domicilio para buscar sus efectos personales y llevarlos al hospital. Fue entonces cuando descubrieron la mochila, "sacando las bolsas con el cadáver, la placenta y el resto de su contenido del interior, que colocaron a su vez en otra bolsa de plástico, llevándola el padre de su pareja, al hospital, dejando la mochila en la terraza de la cocina del domicilio".
Ahora será un jurado popular de la Audiencia Provincial de Madrid quien decida sobre el futuro de la mujer de 18 años.