Vuelve Miss España en plena era del 'MeToo': ¿Negocio, la reivindicación de la belleza o la mujer objeto?
La doctora en Ciencias Políticas y Sociología y miembro de la Fundación Atenea, María Teresa López Ruiz considera que la vuelta del certamen Miss España es uno más de los variados intentos a los que estamos asistiendo ahora mismo, de mantener vivas viejas creencias y valores, ciertos mapas mentales del mundo, no sólo como reacción visceral contra los cambios, sino como forma de mantener los negocios y los pingües beneficios que hasta ahora se obtenían a partir de esos mapas mentales, en dinero y en señales de poder y de estatus. No olvidemos que el concurso es ante todo un negocio."
El "negocio" de Miss España llegó importado desde EEUU en 1929 y continuó realizándose cada año hasta 1935, interrumpido por la Guerra Civil y la posguerra. No fue hasta 1960 que volvió a organizarse siempre con la participación exclusiva de mujeres. En 1996 se premió al primer Míster España, incluyendo por primera vez a los hombres en el concurso.
Los cuerpos se exhibirán en un espectáculo en el que mirar y comparar será el mayor ejercicio de disfrute que la sociedad lucha por desacostumbrarse. ¿Cómo digerir que la valía de una persona esté en la circunferencia de cintura, de su cadera y en el volumen de pecho?
"Me parece una actividad de alto riesgo para el avance de la igualdad. Por seguir alimentando la cosificación y sexualización de las mujeres y sus cuerpos. Frente a otras posibilidades de encuentro, diálogo posibilidades de ir construyendo otras concepciones y discursos que no sexualicen más a las mujeres que seamos consideradas como objetos al servicio de los deseos y exigencias de los hombres."
Así expresa su desacuerdo la socióloga y doctorada en Estudios de género, Antonia Ávalos Torres que rechaza la vuelta de Miss España, por el reforzamiento de los tópicos sobre la belleza y la femineidad. "No pienso que tengan que ser despreciables los cuerpos cuasi perfectos o de determinados rasgos y características raciales. Lo que pongo en cuestión es la imposición de un modelo de belleza, muy europeo, caucásico, o bien cuando se ponen de moda rasgos más exóticos de mujeres de países distintos a los europeos. Me gusta que las mujeres podamos sentirnos bellas, cómodas con nuestros cuerpos, rasgos faciales, etc.. Lo que cuestiono es tener que someternos a un modelo de belleza."
Coincide en esta idea López Ruiz que refiere "la lógica instrumental" del concurso de belleza de obtener el " mayor lucro al menor coste, ya que la materia prima -los cuerpos de las y los jóvenes que se presentan voluntariamente- es gratis o muy barata".
"Las participantes a cambio consiguen "el espejismo o esperanza de la distinción, pero no el dinero real, ni el poder ni el estatus, porque "las ganancias son para los patrocinadores y para la organización".
La experta en Análisis de Problemas Sociales subraya también "los propios cánones de belleza que difunden estos eventos que "cumplen el mandato instrumental más general sobre los cuerpos, es decir que sean cuerpos que han de ofrecer su máximo potencial al menor precio: por eso el canon femenino de 'belleza' suele ser más delgado y vulnerable que el masculino, porque dado que de ellas se esperan cosas supuestamente menos valiosas, también deben consumir menos para su propia alimentación y costar menos a la sociedad. Finalmente, el propio sueño de la distinción contiene la esperanza secreta -y jamás cumplida- de poder escapar de unos roles, una clase social o un destino de otro modo más gris, y es por tanto uno de los instrumentos tradicionales de cualquier orden social, para despertar la conformidad de quienes deben obedecer y de los más vulnerables. "
En pleno debate feminista, con el #MeToo resonando en los juzgados y dinamitando el machismo en el mundo del espectáculo; cuando las manadas a golpe de violaciones intentan acallar el discurso atronador de la libertad sexual, regresa a celebrarse en España un concurso que como único requisito te pide para inscribirte una foto de cuerpo entero, de perfil y de cara.
"Todas, mujeres y niñas, no estamos exentas de caer o de ser seducidas, por estos Concursos de Belleza, que lo que más se valora son los cuerpos cuasi perfectos, color de piel, color de ojos, cabellera, medidas de caderas, pechos, cintura, estatura, etc., ¡Como si el tener determinado cuerpo, color de ojos, de piel, estatura, fuese un mérito propio, cuando es justamente una herencia genética!
Para la fundadora de la Asociación Mujeres Supervivientes de la Violencia de Género y activista de la Fundación Ana Bella el concurso de Miss España contradice el ideario feminista, porque presenta a las mujeres solo como "cuerpo accesibles, para los hombres, sino justamente que en nuestros cuerpos habitan deseos, sueños, proyectos, ilusiones... sin negar el valor del erotismo, la sensualidad. Solo que bajo un paradigma de la igualdad, la libertad, la dignidad, que no ponga en riesgo nuestra integridad física y sexual de las mujeres y seamos víctimas de violaciones y agresiones sexuales. Ese es el mayor riesgo", subraya.
Para inscribirse en el concurso que no se celebraba en España desde 2011 lo de siempre: foto de cara, foto de perfil y foto de cuerpo entero. Y para que no se quede en lo frívolo, sus organizadores aseguran que el 20% neto de los ingresos por inscripción, 39 euros, se destinarán a una ONG. Sin embargo, el fondo es si esta propuesta tendrá respuesta en la generación actual con un debate diferente a los de sus antecesores.
María Teresa López Ruiz de la Fundación Atenea lo explica así: "Un certamen como el de Miss España es contradictorio con el Feminismo con mayúsculas, pero no con esos otros pseudo-feminismos o patriarcados de consentimiento, con cuyas lógicas se aviene muy bien. Que el certamen puede acabar desapareciendo por falta de rentabilidad es una verdad tan obvia como que ya ha ocurrido, y durante algunos años no se ha celebrado. Aunque parezca disponer de una cierta ventana de oportunidad, dados los actuales discursos pseudo-liberales y reaccionarios, lo que no va a poder recuperar es el brillo de otras épocas, y tampoco creo que sea eso lo que se pretenda. El verdadero negocio no está en el certamen en sí tanto como en los ámbitos que evoca, como la cosmética, la moda, la cirugía plástica, las cremas adelgazantes, las dietas milagrosas, y tantos otros productos o servicios que se compran y se venden con el fin de acercarse a un determinado ideal de belleza, y que tal vez están encontrando alguna resistencia entre las nuevas generaciones. Las y los jóvenes hace tiempo que están ya a otras cosas y que tienen otros muy distintos intereses."
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Para la realización de este artículo Informativos Telecinco contactó con Juncal Rivero, exmiss España y organizadora del certamen que volverá a celebrarse este año. Rivero rechazó dar sus opiniones argumentando que "no voy a entrar a comentar nada" aludiendo a que se lo desaconsejó su representante.