Los ritos y supersticiones más extrañas de la Lotería de Navidad
Existen muchos rituales asociados a la Lotería de Navidad, especialmente en cuanto a la elección de números, pero también en cuanto a la forma de conservarlos
Frotar el décimo en mujeres embarazadas, en la espalda de un jorobado, la cabeza de un calvo o el lomo de un gato negro son algunas de las costumbres más llamativas
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Casi todos los participantes en el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad repiten cada año, y ello a pesar de que muy pocos pueden presumir de haber recibido un premio importante. En realidad, no se trata tanto de ganar (que también, pero sabemos que es muy difícil), sino de participar y de compartir ilusión (y décimos) con nuestros seres queridos. Por eso, más allá de quienes atienden a las estadísticas, muchas personas se entregan a la superstición y a lo mágico a la hora de atraer a la suerte. Estas son algunas de las supersticiones más extrañas relacionadas con la Lotería de Navidad.
Ritos y supersticiones más extrañas de la Lotería de Navidad
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Probablemente la mayoría de quienes participan en el sorteo de la Lotería de Navidad (alrededor del 65 por ciento de la población adulta española, o lo que es lo mismo, millones de personas) lo hacen confiando en su buena suerte. De lo contrario, no se explicaría que tantísimas personas estén dispuestas a comprar sus décimos sabiendo que la probabilidad de que les toque el 'Gordo' es de un ínfimo 0,001 por ciento. Lo mismo se aplica al segundo y al tercer premio: solo un número ganará cada uno de ellos, ya que se trata de premios únicos.
Con estas cifras, toda ayuda es poca para atraer a la suerte y 'trucar' estos porcentajes. Por eso, con el tiempo, se han ido tejiendo una serie de rituales y supersticiones pensadas para atraer la buena suerte y tal vez lograr un 'pellizco' importante que nos ayude a llevar una existencia más amable. Al fin y al cabo, cuando compras un décimo de Lotería, estamos comprando un trocito de ilusión.
Las supersticiones siempre han envuelto a este sorteo y la lista de costumbres en torno a la Lotería de Navidad es tan larga como el número de jugadores, aunque alguna de ellas han conseguido calar y convertirse en tradiciones asentadas y extendidas. Una de ellas es la de frotar el décimo en determinadas personas o animales. Por ejemplo, mujeres embarazadas, pero también la espalda de un jorobado, la cabeza de un calvo o el lomo de un gato negro. En el caso de las mujeres embarazadas, se habla de la buena suerte que proporcionan quienes se encuentran gestando una nueva vida, ya que ello es símbolo de buena fortuna.
También existen rituales a la hora de elegir el décimo. Por ejemplo, muchas personas optan por jugar siempre con las mismas cifras, que pueden estar relacionadas con eventos importantes en sus vidas, fechas especies por algún motivo personal... También es frecuente que se agoten rápidamente los números relacionados con eventos del año en que se produce el sorteo, especialmente si son catastróficos.
Además, somos supersticiosos a la hora de elegir administración de Lotería: aunque muchas de ellas son famosas por haber repartido muchos premios importantes, lo cierto es que se trata de una cuestión numérica. Cuantos más décimos se vendan, más posibilidades habrá de que esto ocurra. Si embargo, este hecho no nos importa demasiado, y la elevada demanda que presentan administraciones como Doña Manolita o La Bruixa d'Or cada año son una clara prueba de ello.
A ello se suma el hecho de que los más supersticiosos necesitan acudir a comprar sus participaciones físicamente: el entorno digital resulta sin duda más frío y parece que la suerte no llega a este nuevo formato cada vez más en auge. Y es que hay un elemento romántico y cálido en el hecho de adquirir un décimo de humano a humano, así como en emplear cierto tiempo y esfuerzo en el proceso.
No falta quien cree que incluso la forma de entrar en la administración de Lotería puede marcar la diferencia: la tradición dice que hay que cruzar el umbral con el pie izquierdo y que nos deben entregar el boleto con la mano derecha. También se dice que, al ubicaros en la cola para comprar, debemos elegir la fila de la izquierda si es día par o en la derecha si es día impar. Lógicamente, si todos hiciéramos lo mismo, no habría dos colas en las que colocarse.
Por último, hay quien cree que es importante quemar los décimos del año anterior, y la forma de hacerlo también es importante: hay que usar una vela de color naranja, y recitar en el proceso lo siguiente: "Que tus cenizas vuelvan a mí en forma de premio".
Los santos y las peticiones de tipo religioso no faltan en estos casos, ni tampoco tradiciones como colocar el décimo cerca de una herradura, de una virgen o santo, de una moneda de oro... Hay quien guarda sus participaciones en un sobre rojo, o quien quema velas de color verde esperanza en un recipiente hecho de plata con monedas, y también quienes colocan alfileres en su chaqueta el día del sorteo. Todo con la esperanza de 'trucar' esa pequeñísima probabilidad de recibir el 'Gordo'.