La memoria histórica selectiva dinamita a Antonio López de su plaza de Barcelona
Con una despedida por todo lo alto Antonio López cae de su pedestal después de 134 años porque según el ayuntamiento que dirige Ada Colau, pecó de esclavista en el siglo XIX. La burguesía catalana amasó en aquellos años grandes fortunas en América a través de esclavos, sin embargo no queda acreditado que López actuara así y los historiadores no entienden el desarrollo de Barcelona sin la presencia de hombres como él. La responsable de Estudios biográficos de la Universidad de Barcelona, Anna Caballé, asegura que derribar la estatua, también tendría que suponer... anular los beneficios que supuso aquella riqueza para la ciudad de Barcelona. El primer marqués de Comillas dedicó gran cantidad de dinero a potenciar el catalán, impulsó la revolución industrial, el arte, el modernismo y financió obras de Gaudí, como el Parque Güell, convertidas hoy en grandes iconos turísticos para la ciudad condal. La alcaldesa huía hoy de la polémica, decía que no era momento de hablar del tema, mientras asistía a un acto de apoyo a la huelga del próximo día 8 de marzo. Quienes reclaman ya la estatua son los cántabros. Creen que con este tema lo único que se busca desde el ayuntamiento es crear enfrentamientos y el Presidente de Cantabria quiere pagar el traslado de la estatua para colocarlo en la finca donde el marqués tenía su casa. La historia y la política, envueltas de polémica, de nuevo, una vez más.