Condena del crimen de la Guardia Urbana: 25 años para Rosa Peral y 20 para Albert López
Son culpables de asesinar al novio de ella y también agente, Pedro R.
Deben pagar una indemnización de 885.000 euros a la familia
La pareja pensó que la víctima "obstaculizaba su relación"
La Audiencia de Barcelona ha dictado sentencia por el crimen de la Guardia Urbana, y ha condenado a Rosa Peral y Albert López, agentes de la policía barcelonesa, culpables por el Tribunal del Jurado de asesinar al novio de ella asesinar al novio de ella y también agente, Pedro R.
Así, a Peral, novia de la víctima y amante del otro acusado, el magistrado le ha impuesto la pena máxima que pedían, con 25 años de prisión y una indemnización de 885.000 euros a la familia de la víctima que tendrán que pagar los dos acusados. Para Albert López la Audiencia ha decretado 20 años de prisión.
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El magistrado presidente del jurado ha dictado sentencia de acuerdo con el veredicto emitido por el tribunal popular en el que la pareja fue declarada culpable de asesinato con alevosía. El magistrado impone la pena más alta a Peral al aplicarle la agravante de parentesco respecto a la víctima.
Además, ambos han sido condenados a una pena de 10 años de libertad vigilada posterior al cumplimiento de la pena principal y al alejamiento mínimo de 1.000 metros respecto de cualquiera de los familiares de la víctima.
La víctima no pudo defenderse
Con la sentencia queda probado que Rosa Peral y Albert López se pusieron de acuerdo para acabar con la vida de Pedro Rodríguez, trazando un plan para ello: "Ambos acusados empezaron a trazar un plan con el fin de quitar la vida a la víctima, decidiendo finalmente ponerlo en marcha la noche del 1 al 2 de mayo de 2017".
Así, según recoge el documento, "conjuntamente, o al menos uno de ellos con la anuencia y colaboración activa del otro, agredieron a la víctima y le privaron de su vida de forma violenta" con la intención y asumiendo las probabilidades que existían de acabar con la vida de la víctima.
Tras el crimen, fingieron que no había ocurrido nada: "acordaron fingir mediante que la víctima desenvolvía su vida con normalidad, llegando en la noche del mismo día dos de mayo a utilizar su móvil en distintas ocasiones".
Para concluir narran cómo decidieron deshacerse del cadáver, "sabedores de que el cuerpo sin vida de la víctima estaba depositado anteriormente en el interior del maletero del vehículo de su propiedad" decidieron trasladarlo al área del pantano de Foix, en Barcelona "y una vez allí, valiéndose de algún tipo de combustible, prendieron fuego al vehículo con el cuerpo de la víctima en su interior".
El agente de la Guardia Urbana "obstaculizaba su relación"
Según consta en el fallo, Albert López Ferrer y Rosa María Peral Viñuela "iniciaron una relación sentimental sin convivencia en 2012", que coexistía en el tiempo con la relación que la mujer mantenía con su marido y sus dos hijas menores de edad, con quien vivía.
En el verano de 2016, "Rosa inició una relación sentimental con la víctima, también Guardia Urbano de Barcelona, relación que simultaneó durante un tiempo con su matrimonio y con la relación sentimental con el Sr. López".
En diciembre de 2016, la condenada se separa de su marido y se intensifica entonces la relación con la víctima. Recoge el fallo que "en enero de 2017, Albert López descubrió el vínculo sentimental existente entre Rosa y la víctima" y por ello se produjo un distanciamiento entre ambos.
Entre marzo y abril de 2017 la pareja b lo que desembocó en que ambos "llegaran a la conclusión de que la víctima, por diversas razones, obstaculizaba su relación y situación”. Fue en ese momento cuando comenzaron a pensar un plan para acabar con su vida.