Simona, la perra invitada de honor a una tesis sobre empatía animal en una universidad de Oviedo
Simona fue invitada como asistente a la presentación de la tesis doctoral como un animal sintiente, ejemplo de resistencia y superación ante una situación adversa.
Beatriz Cimadevilla que lleva cinco años estudiando las relaciones humanas con los animales, apuesta por la educación de la empatía
Entra en vigor la norma que califica a los animales como "seres sintientes"
Simona era la única invitada de cuatro patas a una tesis sobre empatía animal que se discutía en la Universidad de Oviedo. La profesora y autora de la tesis doctoral nos ha explicado por qué invitó a Simona. "Es una perra que representa la resiliencia de los animales que sufren y de todos los animales en general".
La perra, sin más pedigrí que su valor, tiene una dura experiencia en el pasado en el que se libró de una trampa arrancándose una de sus patas con sus dientes y escapar.
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Beatriz Cimadevilla, que lleva cinco años estudiando a los animales y cómo nos relacionamos con ellos para realizar la tesis titulada 'Una nueva filosofía de la educación: la empatía animal' reivindica que "son seres sintientes, son seres con conciencia".
Su tesis doctoral esta "dedicada y desarrollada a todos los animales no humanos que sufren" y subraya "en especial, aquellos que padecen y sufren un especismo de lo más brutal y cruel , según se lee en el documento que leyó Cimadevilla ante los presentes, también para Simona, que estuvo como una más en la sala magna de la Universidad de Oviedo.
La causa animalista hay que transformarla en el sentido en el que no haya extremismos, hay que dialogar, sin cambios drásticos hasta conseguir el objetivo
Los medios nos hemos revolucionados con la historia de Simona, la perra invitada. El animal fue adoptado desde Cádiz, donde sobrevivió tras caer en la trampa de un cazador y escapar, gracias a una decisión que la dejó sin pata.
Simona estaba preñada y su instinto por mantener su gestación podría haber influido en la fiereza con la que optó por arrancarse la extremidad a cambio de la libertad. Esto ocurrió hace seis años, pero ahora su ejemplo Cimadevilla la trae al primer plano que es la de trasladar" a las aulas la empatía hacia los animales no humanos y que estas aulas a su vez llevarán el mensaje al resto de sociedad."
Educar en la empatía hacia todos los seres vivos
Ese es el trasfondo. Por delante, está Beatriz Cimadevilla, que percibió que su perra Tita era un ser que sentía y padecía "como los humanos", algo que han demostrado investigadores del ámbito de la neurociencia cognitiva, la neurofarmacología, la neurofisiología y la neurociencia.
Su objetivo, ahora está en el interés por "educar en la empatía a los niños" y conseguir que "todos seamos sensibles con cualquier ser vivo y con el planeta, porque todo es lo mismo".
Esta profesora, que aceptó la propuesta de su compañera de cátedra y dueña de Simona, de invitar a la perra como asistente, aboga por una causa animalista sin bandera. "La causa animalista hay que transformarla en el sentido en el que no haya extremismos, hay que dialogar, sin cambios drásticos hasta conseguir el objetivo".