La Universidad Rey Juan Carlos crea un respirador de bajo coste
A falta de la aprobación de Sanidad, se podría hacer en serie en unos días
El ensayo clínico, en Madrid, la región más afectada por el virus
Han colaborado profesores, jóvenes talentos, médicos y militares
La Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y la aceleradora de ideas Celera han desarrollado un respirador artificial de bajo coste. Ha sido probado de forma satisfactoria, aunque tiene que ser aprobado por las autoridades sanitarias para su ensayo clínico. La falta de respiradores es uno de los principales problemas de los hospitales para atender a los enfermos de coronavirus. El Gobierno ha tenido que recurrir a la OTAN para pedir medios sanitarios.
"Este ventilador médico podría empezar a fabricarse en serie en los próximos días a un precio muy reducido", destacan desde la URJC en un comunicado, donde insisten en que, para que empiece a fabricarse a escala, es "imprescindible" que su uso sea aprobado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.
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Como fase previa al ensayo clínico, que podría empezar en los próximos días en un hospital de la Comunidad de Madrid, este martes se realizaron con éxito las primeras pruebas necesarias para dar seguridad al paciente, y calidad y robustez al dispositivo, cuya producción en masa podría salvar vidas.
Las primeras pruebas han tenido lugar en el animalario de la Facultad de Ciencias de la Salud en el Campus de Alcorcón de la URJC, donde "se ha podido verificar el cumplimiento de las especificaciones técnicas publicadas por el Gobierno del Reino Unido, tras la declaración de la Pandemia del COVID-19".
El proyecto es idea de Javier González, egresado de la URJC en Ingeniería de Materiales, que también ha sido el responsable del diseño del respirador, mientras que por parte de la Universidad ha participado un equipo formado por ingenieros de materiales, biomédicos, de robótica, tecnología electrónica y médicos de la FCS.
Junto a ellos, también ha intervenido un grupo de jóvenes con talento reunido por la aceleradora de ideas Celera, un programa que identifica a jóvenes con talento excepcional en España para dotarles con las herramientas necesarias que les permitan potenciar todas sus capacidades personales y profesionales.
"Este proyecto surge como respuesta a la ausencia de ventiladores en cuantía suficiente para atender a todos los afectados por la pandemia del COVID-19", señala González, quien ha bautizado este proyecto con el nombre de 'The Open Ventilatores', ya que es diferente a otras propuestas ya existentes.
González explica que este modelo ha sido desarrollado sobre dos pilares fundamentales: seguridad para el paciente y disponibilidad de componentes.
Médicos, ingenieros y militares, juntos
Así, la implicación de un equipo de expertos del Hospital 12 de Octubre, ha permitido que el nuevo prototipo presente todas las funcionalidades imprescindibles para que su uso en pacientes sea viable y se maximice la ratio de supervivencia.
El responsable del equipo médico del proyecto, Javier Asensio, añade que este dispositivo "permite regular la presión y el volumen respiratorios, mantener una presión positiva al final de la espiración y controlar los parámetros básicos para una adecuada ventilación mecánica".
"Cuenta además con las alarmas y sensores pertinentes para la correcta monitorización del paciente y del funcionamiento del sistema", explica Asensio, quien recuerda que "los modelos que carecen de esas especificaciones no podrán ser utilizados en pacientes" según la 'Guía de especificaciones para la fabricación rápida de ventiladores'.
Además, el coste del respirador es inferior al de los respiradores actuales ya que su precio varía desde los 5.000 a los 20.000 euros, por lo que puede ser producido en serie con las herramientas que se encuentran habitualmente en cualquier taller mecánico al no precisar impresión 3D.
"Todos los componentes empleados cuentan además con certificación europea", resaltan, subrayando además que 'The Open Ventilatores' es un prototipo abierto, es decir, "los planos y el software se comparten públicamente" por lo que "está al alcance de cualquier país que lo necesite o lo pueda producir".