Una píldora anticovid, el 'Santo Grial' que muchos esperan: avanzan los ensayos con el molnupiravir
Los ensayos de fase 2 arrojan resultados positivos y avanzan hacia la fase 2/3
Los investigadores creen que el molnupiravir reduce significativamente la infección
Todavía queda mucho trabajo: los resultados son preliminares y la muestra escasa
Técnicamente conocido como MK-4482/EIDD-2801, el molnupiravir, esperanzador medicamento antiviral, busca suprimir la transmisión del coronavirus a través de su toma oral en forma de píldora anticovid. Mientras la carrera por la vacunación avanza sin pausa mirando a un segundo trimestre que promete un mayor volumen de dosis en circulación y una mayor cantidad de oferta, con nuevas vacunas entrando en juego como la de Janssen primero, y otras como NovaVax o CureVac después, la comunidad científica también se afana en la lucha por encontrar otros mecanismos y otras alternativas que ayuden, igualmente, a luchar contra la pandemia.
Es en este último aspecto en el que surge el molnupiravir, que podría ser el ‘Santo Grial’ que muchos esperan en la batalla frente al SARS-CoV-2, dado que “podría cambiar las reglas del juego” de confirmarse que la administración del fármaco, –que estaría disponible por vía oral–, puede bloquear rápidamente la transmisión del virus, tal como señalaban los investigadores que trabajan en los ensayos, cuyo estudio fue publicado en la revista ‘Nature Microbiology’.
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Prometedor en su planteamiento, la realidad no obstante es que para que esto llegue a ser una realidad queda todavía mucho camino de estudio por delante. Por ahora, los resultados no son más que preliminares y el muestreo empleado en los ensayos no deja de ser reducido, pero lo cierto, por otra parte, es que las últimas pruebas han arrojado resultados que los investigadores catalogan como verdaderamente positivos.
Concretamente, lo que han observado durante los ensayos de fase 2a a partir de una pequeña muestra de 182 participantes es que, efectivamente, el molnupiravir lograría reducir significativamente la presencia de la infección causada por el virus en pacientes que habían sido contagiados por el SARS-CoV-2.
Para ello, lo que hicieron fue reclutar a 202 adultos no hospitalizados que presentaban síntomas de covid-19 en siete días, –la semana previa–, confirmando que tenían infección activa. De todos ellos, finalmente se quedaron con 182 participantes con un hisopo nasofaríngeo evaluable, siendo que que el 42% (78 de los 182) presentaban en los test de diagnóstico niveles detectables de virus cultivado al inicio del estudio.
Así, con el objetivo de medir la eficacia en la reducción del tiempo que tenía que pasar hasta que diesen negativo al coronavirus en una prueba PCR, los investigadores comenzaron su análisis. Los resultados, esperanzadores, aunque muy escasos en número, reflejaron que las pruebas diagnósticas no detectaron presencia infecciosa del SARS-CoV-2 en ninguno de los voluntarios que tomaron molnupiravir dos veces al día, durante un tratamiento que se extendió durante cinco. Sin embargo, en comparación con aquellos a los que les fue administrado placebo, solo el 24% experimentó una reducción en su cultivo viral positivo.
Además, indican, los pacientes que tomaron más dosis tenían niveles más bajos de virus infeccioso que el grupo placebo a los tres días, y por otro lado, apuntan, de entre todos los participantes tratados, “de los cuatro eventos adversos graves notificados, ninguno se consideró relacionado con el fármaco de lo estudio”.
"Los hallazgos son prometedores"
En declaraciones recogidas por Business Wire, el doctor William Fischer, investigador principal del estudio EIDD-2801 2003 y Profesor Asociado de Medicina de la División de Enfermedades Pulmonares y Cuidados Críticos de la Universidad de Carolina del Norte, “los hallazgos de este estudio, –de una disminución disminución más rápida del virus infeccioso entre los individuos con covid-19 temprano tratados con molnupiravir–, son prometedores y, si están respaldados por estudios adicionales, podrían tener importantes implicaciones para la salud pública”, particularmente sobre “cómo el SARS-CoV- 2 continúa propagándose y evolucionando globalmente”.
Rumbo a la fase 2/3 de los ensayos clínicos
No obstante, en ese camino queda mucho trabajo y ahora afrontan los ensayos clínicos de fase 2/3 para intentar seguir avanzando en el objetivo de acabar con esta pandemia que deja ya más de 116,5 millones de contagios y más de 2,5 millones de muertes en el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
Entre las ventajas de esta denominada ‘píldora anticovid’, según señalan los investigadores, se encuentra el hecho de que el tratamiento podría aplicarse de forma temprana en busca de un beneficio potencial triple: inhibir el progreso de los pacientes a una enfermedad grave, acortar la fase infecciosa para aliviar el costo emocional y socioeconómico del aislamiento prolongado del paciente y silenciar rápidamente los brotes locales.
Estudios anteriores han demostrado que los coronavirus son resistentes a muchos fármacos antivirales nucleósidos, que actúan introduciendo errores en el código genético viral para bloquear la replicación. El corrector de los coronavirus corrige los errores para que la replicación pueda continuar. Sólo unos pocos fármacos son capaces de eludir esto, y entre ellos se encontraría precisamente el molnupiravir.