Llevamos mascarillas “de dudosa utilidad”, según un estudio de la Universidad de Valencia
El 90% de los encuestados admite que las reutiliza constantemente
Un 18% de la población que sale de casa a cara descubierta
Pese a ser ya obligatoria, se sigue cuestionando el papel de las mascarillas. Según un estudio de la Universidad de Valencia llevamos mascarillas “de dudosa utilidad”. Esto es debido a que la gran mayoría las reutiliza una y otra vez aunque no se pueda y uno de cada tres encuestados utilizan protecciones caseras no homologadas.
Pese a que llevamos varios meses con ellas en danza, parece que seguimos sin tener claro cómo se llevan las mascarillas. Desde el BOE se avisa de que la mascarilla debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla y todo lo que no sea llevarla así, como ponerla por debajo de la nariz, en la barbilla o en la frente, es un mal uso de este elemento de protección. Además, es muy importante saber que no debemos quitarnos la mascarilla para hablar, toser o estornudar.
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Sin embargo, muchos, por no decir la mayoría, se la ponen por debajo de la nariz, algunos las llevan de diadema, otros de babero. Los más ingeniosos hasta les hacen un agujero para poder fumar.
Pero no es cosa de risa. Como tampoco lo es que el 90% de los encuestados por el estudio valenciano afirmen que se pasan días, incluso meses, con la misma mascarilla sin saber si se puede. “Si una mascarilla que no es reutilizable se está reutilizando da la sensación de seguridad y es falsa”, afirma José Luis Alfonso, catedrático de la Universidad de Valencia.
En principio, las mascarillas higiénicas, las más usadas, no son reutilizables. Sin embargo, algunos médicos proponen alargarlo a tres usos de cuatro horas cada uno, y antes de cada uso la mascarilla debe pasar tres días colgada en una “zona de curentena”, preferiblemente, donde esté expuesta al sol.
Mención aparte para los que usan mascarillas de tela o fabricación caseras. No están homologadas y su utilidad es dudosa. Sobre este particular, la directora general de Humanización, Prestaciones y Farmacia, Pilar Sáenz, ha advertido de que las mascarillas caseras que se están elaborando frente al Coronavirus son una barrera física "sin evidencia científica de protección".
"No está avalada esta protección, hay algunos expertos que dicen que son una barrera física mejor que nada pero hay otros que hablan de placebo, lo que está claro es que no hay evidencia científica, no podemos decir que tengan una validez de filtrado, es algo que no se puede avalar", ha dicho.
Y eso quien las usa. Todavía hay un 18% de la población que sale de casa a cara descubierta y hace caso omiso de las normas de seguridad.