El coronavirus sigue avanzando imparable en España, donde la cifra de muertes supera ya los 800 y la de contagiados va más allá de los 17.900. En el resto del mundo, la pandemia sigue también haciendo estragos. Este jueves, Italia ha superado en muertos a China, donde se originó el brote y desde donde hoy, con cero contagios locales, advierten que para contener el COVID-19 se debe endurecer el aislamiento.

En una conexión con Informativos Telecinco, la directora de Salud Pública de la OMS, María Neira, ha explicado que “hay que ir evaluando y calibrando la situación minuto a minuto” sin hacer ahora predicciones. “Hay que seguir luchando, seguir esa estrategia de contención, reforzando los hospitales, cuidando al 5% que va a desarrollar síntomas más graves”, ha dicho.

A este respecto, ha explicado que las cifras dadas por la OMS al respecto del coronavirus siguen siendo las del 80-15-5. Esto quiere decir que se estima que “un 80%” de los afectados va a desarrollar síntomas leves o moderados, un 15% va a necesitar un tipo de tratamiento, y un 5% son el porcentaje que va a tener mayores dificultades y puede terminar desgraciadamente en fallecimiento”. Entre estos últimos, ha precisado, “un porcentaje muy alto va a ser de más de 65, y el peor grupo es el de mayores de 75 con patologías previas”.

Además, entre los fallecidos, indica, “también hay jóvenes, pero son un porcentaje muy pequeño”.

Sin querer entrar en predicciones, Neira apunta, no obstante, que “tenemos que seguir esperando que suba el número de casos , y sobre todo si se van a hacer más test”. Por ello, incide, lo importante es “ir día a día y con una estrategia a futuro”. En estos momento, subraya, “hay que concentrarse en el traslado de los contagiados, en ese contagio agresivo, así como en los hospitales, para que sean capaces de responder”.

Cuestionada por la situación en Italia y por las cosas que podemos estar haciendo mal, Neira repara en que “uno de los factores” del impacto del coronavirus en la región “tiene que ver con la población, con la curva demográfica”. “En una población envejecida es donde tienen más problemas. Se han visto desbordados en lugares muy concretos donde la demanda era muy fuerte. Esperemos que no se replique en otros lugares. Debemos tomar medidas mucho más fuertes para prevenirlo”, ha enfatizado.

No obstante, recalca que no es el momento de “analizar y juzgar”. Eso “lo haremos más tarde”, ha dicho. Ahora, ha indicado, se debe ir observando la situación al minuto y “confiar” en que las “medidas históricas, sin precedentes vayan dando resultado”. “Debemos ver qué va pasando”, ha dicho, haciendo en paralelo un llamamiento para prevenir otros “efectos indeseados que van ligados al control del virus pero que se podrían evitar”, como “esos asaltos a los aeropuertos o a los supermercados” o “el pánico que hace que se llame a los hospitales”, saturando las líneas.

Por último, y también a ese respecto, la directora de Salud Pública de la OMS ha manifestado su “preocupación por los médicos, permanentemente en estado de ansiedad y desgaste”, esos auténticos héroes que se exponen día tras día al COVID-19 para intentar salvar la vida de los infectados y tratar de vencer a los devastadores efectos que está provocando la pandemia.