Los expertos explican cómo dar abrazos con seguridad en tiempos de coronavirus
Hay que abrazar mirando en direcciones opuestas
Recomiendan dar un abrazo o besar en la parte trasera de la cabeza
Los beneficios del contacto físico con familiares y allegados son por todos conocidos. Reduce el estrés y la angustia y nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos y con nuestros seres queridos.
Sin embargo, con consecuencia de la pandemia de coronavirus, estamos obligados a mantener las distancias y a modificar nuestras rutinas tan habituales y cotidianas como dar besos o abrazos.
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Pese a ello, y aunque de momento es mejor evitar cualquier tipo de contacto, los expertos han dado una serie de consejos para abrazar a nuestros allegados de la forma más segura posible, según publica el New York Times, que recoge las recomendaciones de la experta en enfermedades infecciosas Linsey Marr o la epidemióloga Julia Marcus, entre otras.
- no abraces cara a cara: las respiraciones de ambas personas se pueden mezclar y dar lugar a contagios.
- no abraces con las mejillas juntas mirando hacia la misma dirección: la respiración exhalada de cada persona está en la zona de respiración de la otra.
- sí abraza mirando en direcciones opuestas: así se evita que se respire las partículas exhaladas por la otra persona. Es necesario usar siempre mascarilla.
- Sí se permite que los niños abracen por la cintura o alrededor de las rodillas: así se favorece que los rostros estén separados. Es recomendable que el adulto respire hacia otro lado para no hacerlo sobre el menor.
- se puede besar en la parte trasera de la cabeza o abrazar por la espalda: así la exposición a la respiración exhalada es mínima y más si al hacerlo se usa mascarilla.
Según una encuesta realizada a más de 500 epidemiólogos y especialistas en enfermedades infecciosas en EEUU, el 6% de ellos no volverá a abrazar ni a dar la mano al saludar a un amigo. Para un 42%, esta muestra de afecto no la emplearían hasta dentro de un año.
La mascarilla, el complemento imprescindible
Numerosos estudios, como el realizado por las universidades de Cambridge y Greenwich (Reino Unido), han demostrado la eficacia de las mascarillas para evitar la expansión del virus.
Según la investigación, el uso de mascarillas en toda la población mantiene el número de reproducción del coronavirus por debajo de 1, y evita que se produzcan nuevas oleadas del virus cuando se combinan con confinamientos intermitentes.