Las claves para saber cómo actuar en caso de atragantamiento
Los atragantamientos son la segunda causa de muerte accidental en España: solo en 2020, fallecieron 2.511 personas
Una rápida, estudiada y calmada actuación ante un caso de atragantamiento puede salvar la vida de la persona afectada
¿Cómo hacer la maniobra de Heimlich?
Los atragantamientos son más frecuentes de lo que podemos llegar a pensar. Una obstrucción de las vías respiratorias, generalmente accidental, que suele producirse por la mala deglución de los alimentos, que dura unos interminables segundos para quienes los sufren y que termina generalmente con un poco de tos, sofoco y un sorbo de agua para poner fin al mal trago.
Los atragantamientos, la segunda causa de muerte accidental en España
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Eso en el mejor de los casos. Porque todo el mundo se ha atragantado alguna vez, pero eso no le quita peligrosidad al asunto. Los atragantamientos son la segunda causa de muerte accidental en España por detrás de las caídas, según indica el Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes. Solo en el año 2020, 2.511 personas fallecieron en nuestro país a consecuencia de estos incidentes. Hoy mismo, además, conocíamos la trágica muerte de la mujer del doctor José Cabrera, habitual colaborador del programa Cuarto Milenio, tras atragantarse con una zanahoria en un restaurante.
Los atragantamientos más peligrosos son aquellos en los que un cuerpo extraño de cierto tamaño obstruye las vías aéreas total o parcialmente. Hablamos de un hueso, un trozo de carne, un pedazo de fruta. En el caso de los niños, el cuerpo extraño también puede ser un pequeño juguete o algo que han encontrado por el suelo. Desde la OCU, la recomendación es que que nunca se debe tratar de extraer el objeto con las manos, pues sin querer se podría introducir más adentro. Cada circunstancia requerirá una manera diferente de actuar, como indican desde la organización, y una reacción a tiempo puede salvar vidas.
Cómo actuar dependiendo de las circunstancias
Si la víctima puede toser
En este caso, lo mejor es no intervenir para dejar que el reflejo natural de la tos haga su trabajo. En contra de lo que muchas personas creen, es muy importante no palmear la espalda de la persona atragantada si está de pie o sentada, pues el cuerpo extraño podría desplazarse aún más adentro.
Sin embargo, si la tos no está surtiendo el efecto deseado y la persona se debilita, puedes ayudarla a doblarse por la cintura e inclinarse mucho hacia delante, para darle a continuación algunas palmadas enérgicas entre los omóplatos. De este modo, si el cuerpo extraño se mueve, será hacia afuera y no hay peligro de que se encaje aún más en las vías aéreas.
Si estas medidas no funcionan, es hora de hacer la maniobra de Heimlich, que explicaremos a continuación.
Si la víctima no puede toser
En el caso de que las vías respiratorias de la víctima estén totalmente obstruidas y esta corra peligro de morir por asfixia en pocos minutos, se debe actuar con calma y rapidez. En primer lugar, habría que preguntar a la víctima si se está ahogando. Si la respuesta es sí, es importante informarle de que la vas a ayudar, para que no se asuste cuando la manipules. Será entonces el momento de practicarle la maniobra de Heimlich, que básicamente hará que la persona afectada expulse aire de los pulmones y tosa. La fuerza de la tos podría entonces sacar el objeto de sus vías respiratorias.
¿Cómo realizar la maniobra de Heimlich?
- Ponga sus brazos alrededor de la cintura de la persona que se está asfixiando. Inclínelo un poco hacia delante de su cintura.
- Haga un puño con una de sus manos. Coloque el lado del dedo pulgar de su puño entre el ombligo de la persona y la parte más baja de sus costillas. No coloque su puño sobre las costillas.
- Coloque la otra mano sobre su puño. Presione su puño contra el abdomen de la persona con una compresión rápida hacia adentro y hacia arriba. Repita las compresiones hasta que el objeto salga. Si la persona vomita, acuéstelo de lado para evitar que el objeto obstruya totalmente sus vías respiratorias.
- Si la persona pierde el conocimiento, acuéstela sobre su espalda. Después llame al 911 y comience la respiración de boca a boca o resucitación cardiopulmonar (RCP). Pida más información acerca de la respiración de boca a boca y RCP.
- Si la persona tiene sobrepeso o está embarazada, envuelva sus brazos por debajo de las axilas de la persona. Coloque su puño en el centro del esternón de la persona. Asegúrese que su puño no esté debajo del esternón o a un lado de las costillas. Coloque su otra mano sobre el puño y realice empujones rápidos. Haga esto hasta que el objeto salga o hasta que la persona pierda el conocimiento.
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Si el atragantado eres tú
Tú mismo también puedes salvarte la vida. En este caso hay varias cosas que puedes hacer para remediarlo. Si tienes la impresión de que se te ha "cerrado" la garganta por nada (una gota de saliva, un poco de polvillo aspirado del ambiente, incluso un olor como por ejemplo un disolvente), mantén la calma y respira normalmente por la nariz, para relajar el reflejo que hace a la epiglotis cubrir el acceso a la tráquea. Este reflejo natural se produce siempre que tragas, para impedir la entrada accidental de cuerpos extraños en las vías respiratorias. Si te tranquilizas, durará unos segundos.
Por lo demás, sigue estos consejos:
- Qué hacer si te atragantas con líquido: si te has atragantado con saliva, un poco de líquido o un cuerpo extraño pequeño, te dará tos. No trates de contenerla, al revés, tose con fuerza sin importar los modales.
- Si el cuerpo extraño no es pequeño pero está colocado de tal modo que te permite toser, tose inclinándote hacia delante y no dejes que te palmeen la espalda a menos que estés doblado por la cintura e inclinado.
- No te retires de la vista de las personas que haya alrededor, pues quienes hacen esto por guardar la compostura se encuentran luego sin ayuda si el atragantamiento se agrava, en vez de resolverse.
- Si no puedes toser, llévate las manos a la garganta para indicar que necesitas ayuda.
- Si estás solo y sientes que corres peligro de asfixia, es posible hacerse uno mismo la maniobra de Heimlich: coloca el puño sobre la parte superior del abdomen y cúbrelo con la otra mano, tal y como se explica. Después, busca un apoyo sólido como el borde de una mesa o el respaldo de una silla, y apóyate sobre él de modo que las manos presionen con fuerza y rapidez hacia dentro y hacia arriba.