El prometedor fármaco contra el alzhéimer lecanemab encoge el cerebro, según un estudio
La compañía que desarrolla el fármaco, ha comentado que existen teorías de que el encogimiento cerebral podría ser positivo, algo que no está demostrado
Un nuevo estudio ha analizado un efecto colateral del fármaco para tratar el alzhéimer que es la reducción acelerada del volumen del cerebro en los pacientes
El medicamento, llamado lecanemab, todavía en fase experimental, reduce un 27% el deterioro cognitivo asociado al alzhéimer
Varios fármacos contra el alzhéimer, entre ellos el prometedor lecanemab, provoca un encogimiento del cerebro, según un estudio realizado por investigadores del Instituto Florey de Neurociencia y Salud Mental de Melbourne (Australia).
El Lecanemab es un tratamiento de Eisai y Biogen en fase de investigación que se considera uno de los más esperanzadores contra el tratamiento del deterioro cognitivo leve (DCL) en las primeras etapas del alzhéimer. El fármaco cuenta desde el 6 de enero con la aprobación acelerada en Estados Unidos, aunque está pendiente de su ratificación da en julio.
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La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) también está revisando la autorización del Lecanemab, que ahora contará con nuevos elementos para su decisión.
Los ensayos clínicos realizados hasta ahora han mostrado que el fármaco reduce un 27% el deterioro cognitivo leve en personas con alzhéimer tras 18 meses de tratamiento. Además, también disminuyó los niveles de amiloide en el cerebro, una de las proteínas clave de la enfermedad.
Reacciones adversas del fármaco más prometedor contra el alzhéimer: hemorragia cerebral y encogimiento
Algunos expertos, sin embargo, han mostrado algunas dudas sobre la seguridad del fármaco en determinados pacientes. En noviembre, la revista científica 'Science' describió la muerte de una voluntaria del ensayo a causa de una hemorragia cerebral masiva, la segunda producida en el estudio con lecanemab.
La mujer sufrió un derrame cerebral y fue tratada con un anticoagulante, que provocó una hemorragia. También tenía angiopatía amiloide cerebral (AAC), una enfermedad en la que el músculo liso de las paredes de los vasos sanguíneos del cerebro se sustituye gradualmente por depósitos de amiloide.
El lecanemab se dirige al amiloide y, según los expertos en AAC, su uso probablemente debilitó los vasos sanguíneos de la mujer, desencadenando la hemorragia. Aunque puede ser difícil de diagnosticar antes de la muerte, incluso con escáneres cerebrales, la AAC se da en cerca de la mitad de los pacientes con alzhéimer, por lo que "podría ser peligroso administrar el lecanemab sin advertencias firmes sobre su aparente interacción con los anticoagulantes", según advirtió la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
Ahora, esta nueva investigación, publicada en la revista científica 'Neurology', ha analizado 31 ensayos clínicos que han demostrado cambios en el volumen cerebral con distintos tipos de fármacos antiamiloides contra el alzhéimer. También relaciona el encogimiento cerebral con un efecto secundario más conocido de los fármacos, el edema cerebral, que no suele tener síntomas.
En concreto, el estudio señala a los inhibidores de la secretasa (que han fracasado en ensayos clínicos y empeorado la cognición) y los anticuerpos monoclonales, incluidos algunos de los últimos fármacos más conocidos contra la enfermedad: aducanumab, lecanemab y donanemab (rechazado en EE.UU. en enero).
Aducanumab, comercializado como 'Aduhelm', fue aprobado en Estados Unidos en 2021, pese a las dudas sobre su efectividad y seguridad. La EMA rechazó su aprobación en Europa al considerar que "la evidencia científica no demuestra suficientemente su efectividad para el tratamiento en adultos en fases iniciales". Tras estas decisiones y con las dudas crecientes sobre el fármaco, Biogen anunció en mayo de 2022 que abandonaba su comercialización.
El Lecanemab provocó un 28% de pérdida de volumen cerebral
Según esta nueva revisión de estudios, los participantes en dos grandes ensayos de lecanemab con la dosis más alta del fármaco, después de 18 meses de uso, perdieron de media un 28% de volumen cerebral en relación con los pacientes que recibieron el placebo.
Los autores también han comprobado que los anticuerpos como lecanemab provocaban un aumento del tamaño de los ventrículos cerebrales, lo que indicaba que se estaban llenando de líquido. En concreto, en las personas que recibieron la dosis de lecanemab aprobada, su tamaño aumentó un 36 por ciento más que en las que tomaron placebo.
"Los anticuerpos monoclonales causaron alrededor de un 40 % de aceleración al agrandamiento del ventrículo lateral, que es un marcador clásico de la neurodegeneración. Esto sólo se observó en los fármacos que inducían anomalías de imagen relacionadas con el amiloide (ARIA), y hallamos una sorprendente correlación entre la frecuencia de ARIA y el grado de agrandamiento del volumen ventricular", ha señalado el líder del estudio, Scott Ayton, en declaraciones a MedPage Today.
Cuando se publicaron los resultados del estudio en noviembre, Raquel Sánchez-Valle, jefa de Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona, ya señaló que un 21,5 por ciento de los tratados con lecanemab presentaron alguna de las alteraciones en resonancia magnética que se han relacionado con ARIA, frente a un 9,5 por ciento en la rama placebo.
Por su parte, Eisai, la compañía detrás del fármaco, ha comentado a 'Science' que también existen teorías de que el encogimiento cerebral podría ser positivo. En concreto, ha defendido que, aunque los participantes en su ensayo pivotal experimentaron "una mayor pérdida de volumen cortical con lecanemab que con placebo", esas reducciones pueden deberse a que el anticuerpo elimina la proteína amiloide del cerebro y reduce la inflamación.